Mauricio Caviedes

Estudié antropología e historia en la Universidad Nacional de Colombia. Por varios años trabajé con organizaciones indígenas en Colombia, acompañando procesos de construcción de un sistema educativo indígena. En varias regiones de Colombia, los pueblos indígenas han experimentado con diferentes instrumentos para construir y administrar un sistema educativo indígena. Esa lucha llevó a la creación de universidades indígenas que sólo hasta algunos años atrás fueron reconocidas por el gobierno.

Durante años, me desempeñé entre actividades universitarias y empleos como funcionario público, o simplemente acompañando actividades de diferentes organizacioes sociales, especialmente indígenas (pero ocasionalmente campesinas o populares). En ese contexto, resulta evidente cómo los movimientos populares toman insipiración de diferentes corrientes: la educación popular, el marxismo, el feminismo o las luchas anti-racistas. Los movimientos sociales y los proyectos de educación indígena o popular se alimentan de tantas fuentes, que muchas veces es difícil llevar el ritmo de diversas ideas políticas.

En los últimos años, la vida universitaria que conocí se ha transformado y las universidades convencionales sufren la presión de garantizar el flujo casi mecánico de egresos profesionales y posgraduados, así como de producir libros y artículos de forma industrial. A todo ello, cabe sumar otras presiones que terminan por confundir la actividad académica (de enseñanza) con actividades administrativas, como la administración de proyectos de investigación (en vez de la investigación en si misma).

¿Qué tiene todo ello que ver con las luchas de sectores populares indígenas, capesinos, de trabajadores/as, de mujeres y otros sectores en busca de mayor participación democrática, o con la lucha por la educación indígena?

La lucha indígena y de sectores populares por la educación ha protegido y abierto espacios para el arte, el pensamiento, y la acción pacifista y democrática en constante riesgo de sofoco. Por eso, me gusta aprender y estar en escenarios en los que esa búsqueda ocurre. Vale la pena acompañar esa búsqueda en la educación popular e intentar proteger la educación convencional en la que cotinúen existiendo esos espacios.

Espero que estudiar y escribir sobre ello sea una forma de ayudar a quienes hace parte de ese proceso.